Por cuestiones políticas la vuelta no pasa por Euskadi y solo roza de vez en cuando Cataluña, por el tema económico no viaja a las Islas Canarias, y por escasez de aficionados varias provincias apenas cuentan. En la tele da la sensación de que vemos la misma etapa desde hace dos décadas. Los abanicos tendrían que poner alguna emoción, pero no es así ya que no hay apenas viento (hubo en abril), las etapas de montaña son aperitivos tras los que se pican escasos segundos, las contrarreloj son aburridas. Quizá la culpa de todo la tenga la canción machacona de todos los veranos. Tal vez la cosa mejorara si pusieran temas de Schubert, o de los Ramones para tapar los tediosos cuarenta kilómetros de conexión.
Sólo el nombre, la vuelta, evoca el penoso trago del fin de las vacaciones, el regreso de corticoles y fascículos.
Quizá sea porque entonces estábamos en la flor de la vida, pero las vueltas de abril parecían mejores. Ahora ataca en periodo de depresión. El Tour llega en el momento álgido del año, con etapas intensas, con la créme de la créme; una vulgaridad, es la vuelta, un puro expediente, un trámite hasta Madrid.
Sastre y Samuel Sánchez se pusieron de acuerdo. Tiraron como si fueran del mismo equipo para desfondar a Cadel Evans en el puerto de Abantos.
Hasta ese punto le habían llevado echando el bofe. La rampa del Escorial fue la última tortura antes de la ascensión. El líder, Menchov, se enganchó a sus ruedas con facilidad, pero ellos contaban con eso. Evans, que venía cocido del Tour, reventó. Sánchez ganó la etapa y Sastre finalizó segundo en la general.
La noticia no ha traído nada nuevo. Para ganarse la vida, la gente regresa al trabajo, recoge la uva o da pedales. Así es septiembre. Tal vez mejorara si pusieran canciones de Schubert, o de los Ramones.
5 comentarios:
Ah, ¿pero sigue disputándose la Vuelta a España? Yo creía que entre todos la mataron -o la habían matado- y ella sola se murió. Un saludo a TODOS.
¿Cómo que 'anónimo'? Soy yo, Manuel. Ah, la dichosa tecnología!
Su escepticismo le lleva a denostar un espectáculo tan lírico como éste. Claro que es verdad que desde hace años no es lo mismo. Recuerdo a Berrendero, Iturat, Manzaneque, Bahamontes, Julio Jiménez. ¡Que tiempos aquellos!
SEguro que Vd. D. Vilos que es mayor que yo los recordará también.
SAlud y República
Yo siempre fui de Poulidor, es el sino de los escépticos. Aunque le ha costado, reconoce que la vuelta está de capa caída (yo no diría muerta, Manuel)créame que para mí también es una pena
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