Leo esta mañana una frase que me deja perplejo, la debió pronunciar hace tiempo Arsenio Iglesias, cuando era el entrenador del Deportivo de La Coruña. Dijo el técnico –lo recuerda el periodista Orfeo Suárez-, que perder es más humano que ganar. Puedo imaginar al humilde gallego justificando así una derrota concreta, no muy dolorosa, o dolorosa como la vida, a la que estaba resignado.
Forman parte de mi generación los que comprendieron la historia de esa extraña forma, los que crecieron acusando al vencedor, sin transformar esa acusación en protesta porque alguien tenía que haberles vencido para que ellos se demostraran humanos, tiernos, honrados. Entendían la derrota como una absolución.
Forman parte de mi generación los que comprendieron la historia de esa extraña forma, los que crecieron acusando al vencedor, sin transformar esa acusación en protesta porque alguien tenía que haberles vencido para que ellos se demostraran humanos, tiernos, honrados. Entendían la derrota como una absolución.
Los hay que dirán que solo estaba hablando de fútbol, y probablemente tengan razón; de tan dramática, la frase sólo se puede aplicar al deporte o a la guerra. En cualquier caso, me gusta que deja al victorioso sin la posibilidad de justificar las acciones probablemente reprobables con las que obtuvo el triunfo. Sin embargo, no creo que fuera eso lo que quería decir Arsenio, quizá él se refería a que perdieron por culpa de un despiste.
4 comentarios:
Amigo Vilos, perder siempre es una putada, pero puede quedar como consuelo hacerlo dignamente. Cuando se defiende algo en lo que se cree y se "juega", el resultado es incierto pero la apuesta es siempre emocionante y hace que valga la pena.
O como decía el gran humorista Eugenio:
--"Me encanta jugar al póquer y perder"
-- ¿y ganar?
-- ganar debe ser la hostia.
Salud y República
Durante muchos años me propuse grandes metas. En este sentido, me declaro un perdedor sin reparos. Ahora bien, creo que he ido aprendiendo a vivir y a convivir en armonía con mis fracasos y con mis limitaciones, entendiéndolas, aceptándolas.
¿He perdido o he ganado?
Amigos:
Es difícil no estar de acuerdo con ustedes, que mejoran y completan mi post. Creo, como Manuel, que las expectativas pueden ser más un baldón que una motivación. Creo en las derrotas solidarias antes que en los triunfos egoistas. Creo en la posibilidad de convertir las derrotas en victorias.
En cuanto a lo que es más humano, si ganar o perder, creo que ambas cosas lo son, sobre todo porque ser humano no es nada bueno, ni malo.
Confusos saludos
vilos
Oiga, Vilos, que yo llevo toa la vida perdiendo, y aunque una esté acostumbrada, duele, ¿eh?, ¡duele!.
Que el dolor también es humano, ¡leñe!.
Salu2!!
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