viernes, 5 de octubre de 2007

ROSA ROJA, VIEJO VERDE

Son muy amables, pero tengo que confesarles que ayer pensaba hablar de Beatriz Rico, y sólo una especie de remordimiento burgués (¿se sigue utilizando esta palabra?) me impidió dar rienda a mi impulso salaz.

Carmen dice que soy un baboso por culpa de esa chica, en realidad, aquí en Saba, soy de los discretos. Sólo de vez en cuando echo un vistazo a una de las películas que reponen una y otra vez en la tele local, Tiovivo, El Lazarillo, Cuando el mundo se acabe te seguiré queriendo etc.


No es la Beatriz de Dante, pero ésta está viva

Raro es el bar o la tienda que no tenga una o varias fotos de Beatriz Rico amarilleando las paredes. No es que falten bellezones en The Bottom, lo que pasa es que ella tiene un estilo distinto, simpático, que nos ha cautivado a la mayoría. Tanto es así, que los Hassell quieren que venga para el quince de diciembre del año que viene, día que, como saben, celebraremos nuestro nuevo estatus de municipalidad especial; pero va a ser difícil. Seguro que está hasta arriba de trabajo.

Ya ven, el mundo se desploma y aquí estoy yo, hablando de las artistas como si tuviera quince años... La rosa es lo importante, cantaba un francés de mi época, y no es verdad, pero tampoco está de más dedicarle una entrada de vez en cuando, aunque al hacerlo uno se sienta un espía de jardín. Aunque la primera rosa del rosal se moleste (que espero que no)

1 comentario:

Javier Menéndez Llamazares dijo...

No sé si será pecaminosa esa afición suya por la asturiana, pero es que hay que ver lo bien hecha que está la muchacha...
Dicho sea desde el más riguroso criterio artístico, claro.
Saludos.