Ya se acaba parte de esta historia, se va nuestra invitada, y no puedo decir que me apene. Ha sido tan hermética con respecto a lo del poeta desaparecido, tan obstinado su silencio, especialmente las últimas dos semanas, que todo el cariño que la profesaba se ha enfriado tanto como la mirada de un muerto.
¡Qué lejos queda aquel encantador paseo por Hell´s Gate! Algunos recordarán que entonces no tenía palabras para ponderar su discreción, su inocencia, el amor hacia todos los seres que destilaba su amable rostro.
No puedo decir que Kate haya cambiado; si así fuese, yo soy el culpable. Expuse a la chica a los vicios de Dillión y su novia, y el resultado ha sido desastroso. Menos mal que la peor parte se la ha llevado el viejo poeta. A fin de cuentas, como dice Carmen, lo de Kate se puede arreglar con un año de psiquiatras. Tiene toda la vida por delante. Por su bien, que la viva lejos de Saba.
1 comentario:
Pues fíjese, D. Vilos, que a mí me caía simpática la muchacha. Desde luego alguna terapia para reponerse necesitará, no le digo a usted que no...
Lástima que Saba haya sido una mala experiencia para ella.
En fin, seguiré al corriente de todo lo que pase por esa extraña-mágica-extraña-mágica, ejem, isla.
Me voy a tender, a ver si veo a la Felisa y se lo cuento.
Salu2!!!
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