jueves, 20 de septiembre de 2007

NO BASTA CON ESCRIBIR BIEN

Al volver del suburbio me metí en la cafetería del Continental. En una mesa había tres poetas, los dos barbudos y un chico de quince años, en la otra esquina los siete restantes.

Está libre el puesto de poeta oficial de Saba y los barbudos hacen frente contra el líder de los siete. Los principales argumentos que tienen en contra suya son: que es muy feo, que se limpia las babas con la manga de la chaqueta y que nunca ha prestado su caravana a los amigos.

Se fueron los barbudos y el adolescente y me senté con los siete. El líder estaba migando una magdalena en el té, los lutos de sus uñas resbalaban hacia la taza. Repetía que su caravana era suya, que nunca la prestaba “¿Usted se bebería esto si escupo dentro? Pues tampoco duerma donde follo”

Los seis me pidieron que avalara la candidatura del líder al premio “Príncipe Claus” pero les dije que no podían contar conmigo. No porque sea feo, sino porque es un guarro. Imagínense qué pensaría de nosotros Beatriz de Holanda si le viera desmenuzando un bollo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Pío Baroja y don Ramón María del Valle-Inclán eran ―según han referido sus contemporáneos― bastante sucios. Y don Benito Pérez Galdós describe muy bien en muchas de sus novelas a los tipos andrajosos que se dejaban ver por los cafés de Madrid. Hubo un tiempo en el que parecía existir una armoniosa relación entre mugre y literatura. Ahora bien: de ahí a la mera sugerencia ―no me vale ni como broma― de escupir en la taza del café hay ―¿no le parece, don Vilos? ― un abismo.

RGAlmazán dijo...

Lo del luto de las uñas es muy corriente y conviene saber que es lo único que ha quedado de una costumbre ajada como era la de llevar luto.
Respetemos los hábitos, aunque nos parezcan, digamos poco convenientes.
Efectivamente como dice D. Manuel, el gran Valle-Inclán era un poco espeso y su tristeza la manifestaba en las camisas blancas y en las uñas, aunque no sólo.

Salud y República

Augusta II dijo...

¡Un guarro, eso es lo que es!. Por feo no, oiga, que si dios le dio esa cara, pues el hombre no tiene la culpa, Y lo de la caravana, bueno, yo ahí no me meto, pero lo otro... lo otro no tiene perdón de dios.

¡Qué importantes son las formas hoy en día!

Salu2!!!

Vilos Cohaagen dijo...

No comparemos señores, que éste no tiene que ver con aquellos. Lo único que los asemeja es la caspa y los lamparones.

Comprenderan que el nivel de los literatos de la isla no es muy elevado, a pesar de que los hay en gran número. Debe ser el ocio.