Detesto los lunes en los que cada persona te habla de su fin de semana pero no me queda más remedio que hablarles del mío, así, en general (otra cosa que detesto, hablar así, en general).
Viernes: leo en Internet que se ha muerto otro: Vilallonga, un diplomático español. No le conocía personalmente ni tengo mucho que decir sobre él. ¿Qué clase de aristócrata era? Yo quise ser diplomático para parecerme a David Niven y no a Porfirio Rubirosa. Dicen mis conocidos que Vilallonga era del segundo tipo, mucho yate, mucha baronesa, mucho Ferrari. La nueva generación toma como ejemplo a Metternich aunque no saben quién es, tampoco saben quién es Niven ni Rubirosa (ni Vilallonga).
Viernes: leo en Internet que se ha muerto otro: Vilallonga, un diplomático español. No le conocía personalmente ni tengo mucho que decir sobre él. ¿Qué clase de aristócrata era? Yo quise ser diplomático para parecerme a David Niven y no a Porfirio Rubirosa. Dicen mis conocidos que Vilallonga era del segundo tipo, mucho yate, mucha baronesa, mucho Ferrari. La nueva generación toma como ejemplo a Metternich aunque no saben quién es, tampoco saben quién es Niven ni Rubirosa (ni Vilallonga).
David Niven, un caballero
Sábado: Recibo una nota de Hassell, que me pide que vaya a verle por el asunto de Dillión. Le cuento lo que sé y, cuando pienso que me va a contar algo nuevo, me despacha con una sonrisa sardónica hasta la vista.
Domingo: Carmen y yo escuchamos un sollozo desgarrador mientras estamos jugando al rummykub. Subimos corriendo a la habitación de Kate y la encontramos desmayada en el suelo. A su lado hay una nota que ni Carmen ni yo nos preocupamos de leer. Cuando vuelve en sí, gracias a unas sales, esconde precipitadamente la nota y me pide que me marche de su cuarto. Carmen se queda con ella toda la noche. La partida de Rummy se arruina.
4 comentarios:
Querido Vilos, está usted empezando a alcanzar altas cotas de popularidad, no sé si debería preocuparse o sólo hacer una ligera inclinación de cabeza.
Saludos.
Estimada tortuga:
Es cierto que últimamente he recibido algunos comentarios amables, sin embargo confío en que esta tormenta de vanidad deje intacta mi chalupa. Más temprano que tarde esto volverá a ser un erial, espero que usted siga acercándose de vez en cuando.
Un saludo (con o sin reverencia)
Amigo Vilos, su conocimiento de aristócratas y diplomáticos es elevado y no le llego. Sin embargo, ya veo por los contactos que tiene, que está Vd. empezando a ser uno de los famosos. Me temo lo peor, será mejor que vaya pensando en el erial como algo pasado, mágico y romántico. Su mundo se ha convertido en un jardín japonés.
Salud y República
Mire lo que le digo, eh, ¡ya no puedo más!
¿No se preocuparon de leer la nota?... Probablemente perdieron una gran oportunidad de saber algo más... ¿ Es que no se dan "cuen"?
Carmen pasó toda la noche con Kate. Es una mujer paciente y prudente, confío en su buen hacer. Seguro que Kate acabará largándole algo aunque todavía no haya soltado prenda.
Sigo a sus piés, caballero, ya sabe, con el alma en Vilos, los Cohaagens prietos, y mi nivel de portería a punto de reventar.
Salu2!!
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