Una foto de la isla
Prestar es un verbo con una comicidad implícita, irónica, dado que el que recibe algo prestado no tiene intención de devolverlo y el que presta no tiene esperanzas de recuperar lo prestado.
Hace unos diez años un amigo me pidió prestada a mi novia. Lo hizo con buen gusto y ella se mostraba entusiasmada, así que cedí novia, apartamento y barrio. Cinco años después me encontré casualmente con el amigo, que se había convertido a la sazón en objeto de prestamo por parte de la que fue mi novia:
-Jamás pensé que llegaría tan lejos -sollozó- ¡vendió tu apartamento!
Aquello me molestó. Me di cuenta de que ella nunca había pretendido regresar a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario