martes, 5 de junio de 2007

VIVIENDO DE PRESTADO

Una foto de la isla


Prestar es un verbo con una comicidad implícita, irónica, dado que el que recibe algo prestado no tiene intención de devolverlo y el que presta no tiene esperanzas de recuperar lo prestado.


Hace unos diez años un amigo me pidió prestada a mi novia. Lo hizo con buen gusto y ella se mostraba entusiasmada, así que cedí novia, apartamento y barrio. Cinco años después me encontré casualmente con el amigo, que se había convertido a la sazón en objeto de prestamo por parte de la que fue mi novia:

-Jamás pensé que llegaría tan lejos -sollozó- ¡vendió tu apartamento!

Aquello me molestó. Me di cuenta de que ella nunca había pretendido regresar a mi lado.

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