Qué jodida es la vida que la misma cosa puede ser todo un éxito y una pequeña decepción sólo por la forma en que se produce. Hablo de la carrera de ayer, doscientos metros lisos, y de nuestro as, Churandy Martina, de nuevo quinto, pero esta vez... Esta vez sólo quinto.
Y todo porque hubo unos metros ¿cuántos fueron? ¿diez? En los que Churandy se agarró a la cuerda que estaban tensando dos estadounidenses, el tercero y el cuarto. Un par de segundos en los que imaginamos nuestra bandera izada, pero cedió, y veinte metros más allá los americanos se estaban abrazando como de costumbre, y Churandy miraba a la cámara diciendo: “Sí, sólo quinto pero es que estos machacas corren que se las pelan”
Y todo porque hubo unos metros ¿cuántos fueron? ¿diez? En los que Churandy se agarró a la cuerda que estaban tensando dos estadounidenses, el tercero y el cuarto. Un par de segundos en los que imaginamos nuestra bandera izada, pero cedió, y veinte metros más allá los americanos se estaban abrazando como de costumbre, y Churandy miraba a la cámara diciendo: “Sí, sólo quinto pero es que estos machacas corren que se las pelan”
El mismo resultado que el domingo, pollos asados y palmaditas, sin embargo, ayer las risas sonaban tristes, aunque no hubiera motivos, sólo sensaciones.
2 comentarios:
He leído una elogiosa reseña sobre usted en la página de Rafael Almazán, y como sea que comparto muchos de sus gustos, me he dejado caer por aquí. Y ha sido una buena idea. Trataré de seguirle con el mayor interés. De momento, le he puesto un 'link' en mi bitácora para no perderle de vista. Reciba un cordial saludo desde Palma de Mallorca.
Amigo Vilos, ya sabes que los americanos corren que se las pelan. Son unos cobardes.
Salud y República
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