miércoles, 1 de agosto de 2007

IT´S THE SAME OLD SONG


Cada día componía una canción sin melodía. Era su vieja canción, la que paseaba por las cinco cuerdas de su guitarra, cinco por que no encontró repuesto para la sexta. Era un viejo bluesman que no sabía una palabra de blues. Pero sus alpargatas estaban roídas, su perro estaba exhausto y sus lamentos sonaban tan hondos que en la bahía solía encontrar a quien comprara su canción.

No pasaba mucho tiempo sin que un turista torpe o alcoholizado, o las dos cosas, le gritara: ¡por qué no aprendes a tocar la maldita guitarra! Y él se enfadaba tanto que hasta lloraba de rabia.

Cuando murió llevaron la guitarra de cinco cuerdas al museo de la isla, pero al perro lo tuvieron que sacrificar. Como se suele decir, tenía muy malas pulgas.

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