Es un problema relativo el que me hayan llamado la atención, pero ha servido para completar un verano que comenzó con una intoxicación y que termina con el posible asesinato del poeta. El perro flaco recoge pulgas, como dicen aquí.
Nada menos que un secretario de la casa real holandesa me piden que me retracte de lo que escribí en esta misma página sobre las monarquías europeas, en concreto la española, y yo lo he hecho sin saber cuál de mis opiniones ha podido molestar a nuestra ejemplar monarca, por que soy un súbdito leal.
No obstante, he recordado a los miembros de la casa real que considero que mi origen español me legitima para expresar mi opinión acerca de su majestad Juan Carlos I y que ésta fue tan discreta que no puede siquiera llamársele crítica. Estoy seguro de que si hubiera dicho lo mismo de nuestra reina Beatriz ella no se hubiera ofendido en ningún caso, y de que nadie me hubiera llamado al orden. Me entristece ver que hasta las mejores personas se dejan guiar por los dictados del corporativismo más atávico.
jueves, 30 de agosto de 2007
COSAS DE REYES
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