jueves, 9 de agosto de 2007

HOY ES IMPOSIBLE

Veo tres barcas, una azul, una blanca y una roja, pero no están dispuestas en ese orden. Formarían la bandera rusa si desapareciera el mar y el espacio que las separa.

La bahía está en calma, los vendedores han empezado a colocar su mercancía en los puestos de madera. Dentro de tres horas subirá el manisero y dejará, en la mesa de mi secretaria, una bolsa de garrapiñadas.

No siempre es fácil dejar la vida desnuda, sin poesía. Menos las palabras, menos los hombres, lo demás demuestra que la vida es preciosa.

Tres barcas pueden romper la coraza como las gaviotas desmenuzan las cáscaras que hay en el paseo.

Hoy es imposible dejar lo bello de lado.

Me iré a la playa. Allí esperaré las vacaciones, allí me espera ella.

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