jueves, 31 de mayo de 2007

LA MUERTE

Detesto la muerte. Todo lo que me recuerda a ella me repele, y me repelen cosas que no me recuerdan a ella. Me quedo mirando algo, y me descubro pensando en nada, y lo paso mal hasta que consigo pensar en otra cosa que no sea la muerte.

Es que está en todos sitios. Más cerca que los tanatorios. Huele peor que las coronas, y crece, y crece.

De pequeño no me pasaba.

Si pides una tregua ¿para qué? si tu día ya está marcado... Quizá sea mejor. Al menos existe una organización, un programa de festejos. Si todo es absurdo... No tiene nada de irónico, no descubre nada: vives y se acaba, sin épica ni coros, lo más parecido al fuego de una cerilla.

Di: ¡eh, muerte, no te tengo miedo! Búrlate lo que quieras. Si se digna, ella te contestará: A mí que más me da.

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