sábado, 15 de diciembre de 2007

QUIERE A SU FAMILIA

Mi sobrino ha tenido un éxito inesperado. No creo que sigan su blog, pero tal vez hayan visto una entrada que trata de un amigo suyo que se cayó a un río en Noruega. Un caso peligroso, el chico podía haber muerto. El asunto es que han metido su reflexión en uno de esos rankings de páginas web y ha tenido más de doscientas visitas. Yo, que, aunque parezca que no, me entero de que hay blogs que siguen mucha gente y otros, como los nuestros, que son algo así como un jardín japonés después de que un macarra lo destroce con su coche; digo que hasta yo sé que doscientas en un solo día son muchas.

Es un chico especial. Esto tan pronto le anima como le deja siete días flojo, delante del ordenador, pensando que no hay nada que valga la pena decir. En el Skype, le he preguntado si eso le iba a animar a colgar entradas más de seguido (creo que su blog no llega a los veinte posts), y se ha reído: "ni que el número tuviera algo que ver" ha dicho.

Allí en Madrid le he notado más cariñoso que otras veces. Le hemos invitado a regresar a Saba con nosotros, pero ha contestado que si el trabajo… el de su chica… qué sé yo… A cada uno el Caribe le llega en el punto en que le tiene que llegar. No hemos insistido.

Cuando se olvide de esta anécdota de los doscientos visitantes, y de habernos tenido allí estos quince días, Pablo seguirá creciendo a tirones. Es posible que sólo le vea una o dos veces más, antes de que me llegue la hora. Espero que aún tenga tiempo de decirle que eso de la abulia es la herencia torpe de nuestra familia; de pedirle que no haga caso de esta genética nuestra, tan sombría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

querido vilos. por fin te encuentro. ha sido arduo e infructuoso, pero ahora que he dado contigo, me gustaría que nos vieramos. yo también salí de saba, desgraciadamente. me gustaría volver a celebrar el día del boxeo contigo y recordar tan memorables veladas, querido amigo. cuenta a tus lectores aquellos míticos "boxing days" que celebramos cada 26 de diciembre. cuéntalo, querido amigo.
mia farrow